Tras varios siglos después de la caída del Imperio Romano una nueva época comienza para España, sería la medieval o feudal. Para el pequeño pueblo de Bello, también se sucede la historia, y como en la mayoría de los pueblos feudales se construye un pequeño castillo o fortaleza que pudiese proteger la aldea en las épocas de guerra con los pueblos vecinos. Este castillo con el correr de los años fue destruido, sin embargo todavía hoy quedan vestigios de esta construcción.
Fue edificado en la época en que los moros dominaron la península Ibérica. Actualmente en una zona apartada se halla el barrio del castillo que está situado en un pequeño alto o montículo; precisamente esta situación estratégica protege mejor de los ataques del exterior. En torno a ésta zona había una muralla de un metro de espesor de la cual hoy sólo quedan algunos restos que encontramos en la parte posterior del mismo. Al norte del referido castillo existe una pequeña arboleda denominada por los habitante el Elegido. En realidad, del grupo de casas que forman el barrio tan solo una es verdaderamente parte constituyente del castillo. Esta se halla situada en la zona central del mismo.
Tiene forma cuadrada y las paredes son totalmente de piedra labrada constituyendo un grosor de 1,10 m Aproximadamente, la altura no llega exactamente a 10 m mientras que de larga tiene unos 7 m.
La casa posee además algunos vanos y dos balcones en los laterales de la fachada principal. En la parte inferior de dicha fachada hay dos entradas: una pequeña en su parte izquierda y otra bastante grande, con una portada característica del estilo de la época. Actualmente es habitada por algunas personas propietarias de la misma, pero que en su procedencia no tienen nada que ver con el castillo. En el centro de la especie de plaza que forman el conjunto de las casas se halla un pequeño pozo de agua y por la parte periférica del barrio hay numerosos callejones que se comunican entre sí. En la parte superior se halla labrado en piedra el escudo adjunto en la figura.
Este ha perdido ya muchas características con el transcurso de los años, pero en él podemos distinguir en la parte central una especie de toro o caballo saltando, mientras que a ambos lados hay dos bajos relieves que parecen ser espadas que se cruzan. Se ha podido saber que el escudo de la familia Bello está constituido por una cabeza de caballo coronado de un ramaje de espinas y en la parte inferior dos espadas cruzadas, por eso el escudo situado en la fachada del castillo parece simular precisamente esto, aunque no lo podemos determinar con gran precisión ya que las condiciones en que se encuentran son deplorables.
En torno a la historia del castillo se cuentan algunas leyendas de posibles tesoros y joyas, sin embargo ninguna de ellas se puede probar con datos concretos. En resumen el castillo es una zona bien definida del pueblo apartada y posiblemente a la más antigua del mismo ya que así lo prueban los hallazgos allí encontrados.


Fuente: Bernardo Bello Sánchez Trabajo «Bello y su Historia» (21 de Abril de 1980)